La mayoría de nosotros tenemos una idea estereotipada de un grupo de personas. Nuestros juicios generalmente se basan en información que recogemos de sitios de noticias e historias. Sin embargo, cuando tenemos la oportunidad de vivir con tales culturas, a menudo descubrimos que lo que sabemos sobre ellas ha sido sesgado o incompleto.
De hecho, cuando viajamos a un lugar desconocido o que conocemos, sólo a través de viajes de placer, es probable que enfrentemos barreras para lograr una experiencia realmente auténtica. Pero, cuando realizamos una estancia investigativa, con un enfoque de inmersión cultural, no sólo consolidamos nuestra expertise en un determinado tema, sino que, más importante aún, nos sumergimos en una nueva cultura. Por ejemplo, aprendemos a movernos en una nueva ciudad, aprendemos las formas de vida de las personas locales, aprendemos nuevas palabras, y poco a poco nos vamos formando un panorama general de varios aspectos, tanto académicos como culturales.
En este sentido, podríamos decir que la inmersión cultural es el acto de rodearnos de la cultura de un lugar, de manera auténtica. Esto incluye conversar con las personas de un lugar o simplemente compartir una comida típica en sus casas. Estas experiencias nos benefician de varias formas:
- Mejoramiento de la confianza: Cuando viajamos a un país extranjero, nos enfrentarnos con varios desafíos, desde hacer preguntas, algunas de las cuales podrían parecer embarazosas, hasta orientarnos en las calles y descubrir cómo funciona el transporte público. Todo ello aumenta nuestra confianza.
- Ruptura de estereotipos: Cuando nos sumergimos en la cultura de un país extranjero, nos formamos una imagen redondeada de humanidad, que rompe con la imagen sesgada de los medios. A medida que rompemos las barreras, comenzamos a ver las diferentes culturas, no como entidades separadas, sino como una entidad global.
- Experiencia auténtica: En otros lugares, los hábitos y tradiciones de las personas están fuertemente ligados a su pasado cultural. La única forma de comprenderlos mejor es interactuando con las personas de esos lugares, mientras vivimos dentro de esa comunidad.
- Apertura de enormes oportunidades: Cuando nos sumergimos en la cultura de una institución de acogida y en un país, que nos ha tratado tan bien, vamos aquilatando un cúmulo de experiencias emocionantes que nos ayudan a balancear mejor nuestros puntos de vista e incluso a apreciar mejor nuestro propio país y cultura.
En realidad, creo que la única forma de comprender más profundamente los estilos de vida de otras culturas es sumergiéndonos en su cultura. Esta experiencia única nos puede abrir las puertas para comenzar a entender mejor todo, de manera más íntima. Sin duda, tener una experiencia inmersiva supera con creces las objetivos de una estancia investigativa.
Así, cuanto más compartimos nuestras culturas, más entendemos el significado que le damos a nuestras propias vidas. Cuando tenemos la oportunidad de compartir con personas locales y anfitriones extraordinarios, como ha sido en mi caso, surgen conexiones muy significativas. A las personas locales les apasiona sus culturas y a nosotros, como visitantes, nos apasiona aprender cosas nuevas. En suma, la inmersión cultural es la combinación perfecta para una conexión significativa, especialmente, si estamos investigando sobre atributos personales (léase competencias genéricas), que es el tema de mi tesis doctoral.
Fernando Vera, PhD
Doctor en Ciencias de la Educación; Master en Currículum y Evaluación; Master en Gestión Educacional; Master en Tecnología, Aprendizaje y Educación; Diplomado en Gestión de Sostenibilidad Corporativa; Doctorando por Universidad del País Vasco (UPV-EHU), España; Consultor internacional, Fundador y CEO de REDIIE (Chile). Cuenta con estancias académicas en Zhejiang Gongshang University (China), Edusoft (Israel), Universidad EAFIT (Colombia) e Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Zamora/TecNM Zamora (México).
Fotos: Alberto Díaz, TecNM Zamora (México).